sábado, 5 de junio de 2010

Toquemos fondo y escapemos...



El amor. La necesidad. La distracción. El olvido repentino. El juego de perfumes entre la ropa. Las palabras que más dolieron también trajeron consigo a aquellas que me hicieron sumamente feliz. El sepulcro de las emociones desatadas en el alma como un torbellino aniquilador, adormecedor de sentidos, de sentimientos.
El fuego y el hielo. La sed y la sal. La tierra y el aire. Acercate. Quereme. Intentemos, juguemos con las endiabladas trampas que nos acechan en cada vuelta de página, en la menos pensada.(Te Espero)
Respiremos. Escuchame. Hablame de vos. Preguntame, sabes que estoy ahí. Pedí un deseo, tres, mil... (Te Siento)
Brindo porque sin saber que podría ocurrir, me adentre en las aguas cenagosas de la incertidumbre que se intuye como una decisión tomada... (Me Tenes)
Y otra vez, El silencio vuelve a ser la más elocuente forma de mentir.

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