
El fuego y el hielo. La sed y la sal. La tierra y el aire. Acercate. Quereme. Intentemos, juguemos con las endiabladas trampas que nos acechan en cada vuelta de página, en la menos pensada.(Te Espero)
Respiremos. Escuchame. Hablame de vos. Preguntame, sabes que estoy ahí. Pedí un deseo, tres, mil... (Te Siento)
Brindo porque sin saber que podría ocurrir, me adentre en las aguas cenagosas de la incertidumbre que se intuye como una decisión tomada... (Me Tenes)
Y otra vez, El silencio vuelve a ser la más elocuente forma de mentir.
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