sábado, 5 de junio de 2010

Remember.

Etiquetas. Manos. Espejos (que son abominables, porque multiplican el número de hombres...). Comicidad. Convencionalismo. Televisión. Entrada. Ritmo. Pelar. Descascarar. Sorprender. Juzgar...
Palabras sueltas que golpean las paredes de mi cerebro. Las recibo como quien recibe los estallidos lejanos de una ametralladora asesina. Estocadas unánimes que me derriban a la distancia.
Eso, y lo que siento desde hace tres semanas. Siento que tengo las alas pegadas al cuerpo, las siento petrificadas. Como si de a poco se hubieran ido cubriendo con una sustancia similar a la brea de los asfaltos. Me duele. Y me duele porque quiero volar, y quiero volar porque quiero ser feliz.
Los ventanales que me rodean se cubrieron de costras grises que les impiden a los ases de luz penetrar en mi interior. Estoy a oscuras, con los ojos ciegos. Aturdida de tanta incertidumbre, de tanta inestabilidad emocional. Soy receptora de un discurso ininteligible, del cual también soy emisora, pero desde la orilla opuesta de este caudaloso, intempestivo rio, que lo devora todo a su paso.
Así mismo, puedo intuir que con esto que me esta pasando, tengo que construir lo que seré de ahora en mas. Evolucionar. Arrastrar calma en la arena.
Despegar los parpados lentamente pero con decisión. Afuera lloverá lo necesario como para que las costras que me sumen en esta oscuridad palpable desaparezcan por completo. Le voy a dar vacaciones a mis pensamientos, un viaje muy lejos de mí. Así podre resolver el enigma existencial que se me presenta en frente, dispuesto a derribarme, dispuesto a acabar conmigo. Casi sin pensar: NO MAS LEJOS, PERO SI HASTA AQUI.



Frutilla flash.

Las mejillas rojas de frutilla helada, burbujeante, alcohólica. Siento que me brillan los ojos en la oscuridad, la piel es como siempre la soñé.

El estado alterado de mi espíritu parece haber olvidado el viejo cuento ese del "toque de queda". Ahora se dispone a despertar a cada uno de sus instintos, que yacen dormidos en el viejo placard de las fantasías.
Poco a poco, el arte se tiñe de un violeta tornasol, los destellos provocan en los presentes un perverso complot sentado en las bases de la exquisitez humana. Rituales antiquísimos en los que el hombre devora la carne del hombre, extrae su néctar, lo disemina y lo vuelve vida, deseo, fuego y luego agua.
Ecos de risas que esconden algo. Secretos casi inconfesables para quienes no son de la partida. La típica y endeble frase: "No hablo de mi vida privada"... ¡Por Dios! Es tan gracioso. Las imágenes hablan por si mismas. Los rostros parecen disfrazados de sus propias sensaciones. Emociones viscerales que se manifiestan acorde a la ocasión.
Nadie puede hablar. Miradas que protagonizan, esta vez, una masacre de palabras. No juzgaras...
Y como por arte de la subjetividad absoluta, una ventana gigantesca llega volando hasta mi. Me observa, me inspecciona como quien pretende convencerse de todo lo contrario a lo que piensa. Sus cristales, que son alas extensísimas, se reflejan en la inmensidad de una lluvia de meteoritos. De pronto, su aleteo es tan intenso que transforma el aire en tormenta. Y el apacible cielo es ahora un monstruo enardecido que solo tiene sed de venganza.



                              Leyon, sintiéndose atiborrada de excusas.

Impulsar.

Estoy naufragando en el golfo de los recursos marchitos. La rendija que me propino un fuerte golpe en la cabeza se burlo de mis ojeras, y no pude reprimir un grito ahogado.
Hay un desfile de disparates parlanchines en la calle principal del pueblo, que es el ángulo antagónico de Luvina. Donde todos cantan, todos bailan y yo también (pero no antes de naufragar).
Necesite comprar un casete para rebobinar la película de mi vida, para lo cual horneé galletas de avena y miel, que luego cambie por una enorme paleta de caramelo Y deje para otra ocasión aquello del casete, aquello de mi vida...)
Al regresar de desfile, me pareció vislumbrar un poderoso destello blanco. Volví sobre mis pasos, hasta el fin de la calle que acababa de dejar atrás. Me adentre en la vaga oscuridad y di con una lámpara maravillosa, aunque inservible en su totalidad.
La luz provoco en mí un profundo estado de somnolencia, de manera tal que sentí de pronto un irrefrenable deseo de tenderme sobre cualquier superficie y dormir, aunque más no fuera por algunos absurdos momentos.
Mis parpados fueron dos telones nulos e inmensamente pesados. Los deje caer casi como una premisa divina. El calor que me abrazaba desde el aire se hizo cada vez más insoportable, y como por arte de magia, una oleada de frío se apodero de mí. Ahora ya no tengo calor, dicha brisa actuó como un elixir reparador dentro de mi cotidianeidad de ciclotímica imperfecta.

Leyon, harta de insistir.

Mudos.

Espacio. Terquedad. Terquedad. Espacio. Incongruencia. Idiotez. Terquedad. Espacio...

Ella vive como en código Morse. Respira al compás de los pasos de aquel hombre que no la ama. Pero en vez de intentar olvidar...
Ceguera. Tristeza. Espacio. Espacio. Dolor. Terquedad. Incongruencia. Amor. Espacio. Espacio. (Nada)
Ha llegado, desde algún eco remoto, una voz que le susurró al oído algo que a cada minuto cree con más convicción: El amor que profesamos puede convertirse en odio. La intensidad con la que profesamos ese amor, cabe en las entrañas de su alter ego, que asegura poder odiar con las mismas fuerzas, dentro de las mismas e inconmensurables dimensiones del amor.
Esto mismo la ha dejado un tanto compungida. Ahora teme de lo que siente. Y otra vez la duda, la incertidumbre...
Miedo. Inseguridad. Espacio. Vacío. Soledad. Espacio. Silencio. Bullicio. Silencio. Un grito desgarrador. Espacio. Espacio. Ella. (Nada)
No queda más que tiempo. Espacio. Fin.

Inside.

Treinta y tres horizontes dibujados en el fondo de mi cama. Desdoblo las sabanas, que parecen espejos, y me redescubro en cada situación de mi vida. No podría imaginar cual es el final, cual es la última vuelta de la pista. Las fichas se reagrupan con cada latido, con cada bocanada de aire nuevo, el río que corre en mí no aparenta cansancio (aunque las apariencias engañen).

Soy yo. Estoy acá. Todos los días, todo el tiempo, a cada segundo. Vivir.
Realidad, ficción, calma, tormentas. Disfrutar el sonido, los silencios, el tocarte. Las noches de verano, las tardes de abril, los soles en agosto. El agua en forma de lluvia, en forma de lágrimas, en forma de agua, en forma de superstición.
Van a venir y me van a ver. No estoy escondiéndome, estoy preservándome. Correr y correr y correr. Y rasguear la piel, atravesar las barreras que me impone la naturaleza, poco sabia en las cuestiones del corazón.
Todos bien sabemos que nunca seré del todo transparente. Usándome, como si fuese eso lo único que necesito. Vamos a dejar las cosas en claro, ya no puede haber escondrijos entre nosotros. Ustedes saben quien soy, yo se quienes son todos y cada uno de ustedes.
Ahora si, cambiemos de tema. Tengo un tesoro pendiente para el día de hoy. El cerebro abierto de par en par, para que se airee y recomponga sus tejidos. Entre mis órdenes del día se encuentran: tender la cama, lavarme la cara y respirar.

Fifteen Forever

La persona que amas puede desaparecer. Todos podemos desaparecer, pero yo elijo no estar atarme a nada. Prefiero sentir esa perfecta sincronía, ese ensamble perfecto, esa simbiosis de piel y emociones que me arrastra hasta ese rincón en el cual me siento cómoda conmigo. Pienso y pienso y pienso, una y mil veces, en que es lo que me motiva a sentir. Soy quien debo ser. La noche me acuna en sueños, y solemos ponernos subjetivos.
Las cartas de amor, ¿se contestan o se devuelven?
Me estoy quemando. Las expresiones siguen acerrojadas. No hay ventanas por donde escapar. Agua, fuego, mugre, rostros que me arrastran hasta casi borrar mis recuerdos. El encantador sonido de una voz que me quiebra la entereza emocional, estoy herida.

Ya no puedo evitar esta caída poco sutil. Soy propensa a huir y esconderme, atemorizada de lo que yo misma pudo producir en mi. Mi corazón lunático no quiere dejarse atrapar, está ya muy débil como para arriesgar un pedacito más de vida.
Mi intimidad está activada. Las claves de su seguridad se extraviaron en un mal sueño, es como un invierno a pura sal.
De buenas a primaras digo basta.
Me rio de mi y vuelvo a ser la de ahora, la que trata de no ser tan evidente. Vuelvo a mi, aunque ya no quiera. Vuelvo a ser la que no quiero ser. Porque en realidad quisiera volver a ser parte de mi vida.
"Yo seré el ama del aire. Nunca nunca lo diré. Ningún secreto, ninguno de mis secretos. No puedo con esta soledad. Soy inmune al rencor, pero mis errores surcan el perfecto espacio de las canciones que disfruto escuchar. Tardaré muchos años en encontrarme con el alma que estoy dejando en la intemperie de mis domesticaciones."
Nylon, intentando ser la mujer a la que todos respetan.

(ME ATURDEN LAS LUCES DE NEÓN)

No Voy A Negar El Pasado.

Voy aunque me quemes, fuego...

Lo abstracto es natural. Puedo aceptar que ¨para siempre¨ sea consecutivo.
Me daré un baño de licor, tierno aroma a placeres. La risa atolondrada se embriaga y me embriaga, es como danzar sin dar jamás un paso en falso.
Las pupilas son ahora dos faroles que emanan una tenue luz: por momentos, intermitente, por momentos, imperceptible. Por fin siento que no necesito nada más de lo que tengo.
Hace calor en mi cuarto, por lo que procedo a quitarme la ropa. a cada segundo el aire me cobija; se vuelve piel, escamas, aire y otra vez es un viaje en tren, a las tres de la tarde, con destino final el polo norte. Viaje de verano, estación: canícula.
Estoy desnuda.
Camino por los pasillos interminables de la biblioteca de Babel. Los recorro en busca del código maestro, de la llave que me permita ser quien contenga todas las claves y todos los secretos de todos los tiempos pasados, de los presentes y de los venideros. Ambiciono ser todos los idiomas, todas las voces y todos los personajes. Soy consciente de que con ellos, también me invadirán sus errores, sus defectos y sus fracasos Estoy acostumbrada.
El mundo me adorna con blasfemias. Estoy harta de ver mi rostro colgado en las paredes de las calles, con letreros obscenos y repugnantes, acusándome de ser quien ha librado las plagas y los males que se esparcen entre los seres que me rodean.
La subjetividad es mi fiel amiga, y juntas, a cada paso, absorbemos cantidades inconmensurables de la vorágine se Buenos Aires, y de sus lechos de muerte callejera.
Me cuesta abrir los ojos y lo hago poco a poco, no sea que aun encuentre tu nariz pegada al cristal empañado de mis necesidades básicas, y no tenga remedio más que abrirte las puertas de mi corazón, para que por fin extrañes el sabor de mi sonrisa en tus labios.

Atame con nylon, que soy un espécimen duradero.




MesesTres.

Cobíjame mientras el sur se esconde detrás de tu espalda. El perfume no es para nada volátil, se impregna en nuestros huesos como un ultraje a destiempo. La naturaleza de un alma que no existe es ignorancia enjaulada y el viaje de ida es un amor que dura cinco minutos. Me haces bien. De la mano, permanecemos en las orillas opuestas del río. Me gusta mirar tus ojos, lejanos. Me gusta extrañarte, aunque sienta que el aire que me mantiene despierta se me escape por la mirilla de tus dedos.
Los bancos de Plaza Francia se desvelan a causa del mal uso de los recursos imaginarios. Naufragios que pesan como un mar de muerte, se pierden, se hunden y reflotan como burbujas calientes. Necesito ese calor. El tuyo. Las manos de un reloj que marca el tiempo sin fechas ni historia, me acarician tan toscamente que arrancan pedazos de mi cuerpo, como si ello tuviera menor importancia.
El sol cae despacio, a cuenta gotas, como pidiendo permiso para ser. El pasto, que es verde y lima, lo reprende por impuntual, pero no logra imponer el menor castigo porque sin uno, el otro no tiene razones para existir.
Hoy me conforma verte dormir y enredar tu pelo con el mío, que se enmaraña como la tabla del dos.
Distancia insalvable, destino errante, desierto y oasis. El miedo de no verte nunca mas, solo tiene respaldo con el de no verte por primera vez. Quiero impartir clases de acrobacia sobre hilos de cartón, quiero trepar el álamo que esconde mi luna favorita, sin rasgarme las rodillas como cuando soy chica... como siempre.
No le busques un sentido a esto que siento, te vas a quedar con las manos vacías en el primer intento, mejor dale un sentido propio, único.
Aprender a equivocarse con nada de elegancia, a chocar contra el muro mas grande y volverse loca de euforia por saber que se puede seguir intentando, y chocarse de nuevo (de vuelta esta el colectivo, y Abril viaja en subte porque le da placer). Ensayo y error. Aprender a encontrar el norte, que quiere imitar al sur, pero no encuentra lugar, porque tus hombros son solo para mí.

Abril, vestida de terciopelo azul.

Abril colecciona cualidades, obsequia desamores y expone sus miserias con orgullo y pesimismo. Le gusta comer atún con los dedos, y chuparse los codos de impaciencia.

A veces escucha pasos que suenan y resuenan como tiempos grises. No le agradan los relojes de arena, no los comprende, no los aprende, no los disfruta. Si disfruta, en cambio, como roza el aire en la muerte, como el agua brilla como un diamante loco.
A Abril siempre se le escapa la tortuga (bien vale aclarar que esto, solo sucede en su imaginación, puesto que su padre no le deja tener una tortuga porque dice, están por extinguirse). Abril piensa y despiensa rumores de gente grande, nunca ve sombreros donde hay boas cerradas o boas abiertas, no pregunta banalidades ni sobreentiende situaciones. Abril siempre pregunta… (¿Q hora es?)… Siempre da explicaciones, siempre tiene sueño…Tiene frío…Languidece.
Grita con vehemencia para ahogar los ecos de la voz de su conciencia. Miente y oculta. Distinto y diferente. No olvida, porque le parece una aberración.
Abril considera que, de vez en cuando, es de buen samaritano compartir el chocolate. El dulce de leche la empalaga y las orejas son su fetiche favorito…arrastran sus cosquillas hasta el nirvana.
La vez pasada, cuando caminaba por Plaza Francia, quiso comprar una pulserita con cascabel, pero no se fabrican de su talla… es tan pequeña que parece gigante. Estrella.
Cuando Abril esta de buenas, es la mas mala de todas. Se caen pedazos de nube y flotan hedores que habían estado encadenados hasta entonces. Abril nunca gusto de compartir, mucho menos lo que no posee, pero si la domesticas, huele a frutillas con crema…
Intransigencia, maleabilidad, escasez de razón. Cualidades que se potencian en la mente de Abril. Una comuna de gentes y otras especies coexisten en su cabeza. Porque Abril son 5, son 13, son innumerables vestigios de personalidades distintas, indistintas…diferentes (que no es lo mismo todo que nada).
Abril no tiene amigos, no. Tiene conocidos, reflejos en algún que otro espejo sucio, por demás (otra vez). Tiene ramificaciones extensísimas de sus otros yo. Tiene camaradas. Confesarlos, seria tan obvio como admitir que se roba los amuletos de los supermercados mayoristas. Le gusta viajar en subte y le da miedo a la vez. La oscuridad, el encierro.
Se desdobla para sus adentros y se presenta ante el exterior como otra persona. Con otro nombre, otra cara, otro pelo. Mira de reojo e inspecciona peculiaridades. La ofusca que ciertos ojos, escudriñen su persona como si se tratara de un escarabajo multicolor con 19 patas, 6 cabezas y 1333 mil cucarachas colgadas de sus músculos.
Abril lleva infinitas cosas a cuestas, a veces le pesan, a veces no. Descansa, pero no se deshace de ninguna. Abril es una “hucha”, como le decía su abuela, que también le decía “cielito” y “abuelita de la abuela”.
Se regocija mirando manos de hombres que, generalmente, no le apetecen.
Ya no lee a Agatha Christie, ahora lee Historias de Cronopios y de Famas.
Adentro de un libro es donde mas cómoda se siente. Le gustan palabras que al mundo le perecen ordinarias, le resultan sonoras, palabras que van para atrás, aunque ella crea de manera ferviente que cuando de palabras se trata, no se retrocede ni un paso. Es irónica, o sarcástica, o complicada, o compleja, o estupida. Es todo eso junto, mezclado. Es todo y nada, pero es nada, mas que otra cosa. Y le encanta ser más que eso.

La Rabia

Creo que si me hubiese tomado la estúpida molestia de cuantificar el tiempo que lleva abierta la ventana que me indica que mi ordenador esta completamente listo para facilitarme el trabajo de subir una foto a mi pagina de fotolog, el conteo total daría cuenta de las exactamente dos horas que transcurrieron desde que inicie la tarea...
No se que me pasa. No se si me pasa algo malo, o algo bueno... No se ni siquiera si me pasa algo. El té que tome hace dos minutos estaba demasiado caliente... ¿Estaba en verdad demasiado caliente? Así estoy, Tengo ganas de reproducir algo que escribí en su momento y luego regale al señor de la letra muda, pero no se. Empezaba algo así como: "...Así de fácil es, como arrastrar arena con suspiros vacíos...". Le gusto muchísimo y ser lo regale, porque en ese momento, el me saco de ese estado de letargo intelectual en el que mi mente se mete a veces, cuando ya no me obedece. A decir verdad nunca me obedece. En fin, no se.
¿Cual será la clave? ¿Cual será el motor? ¿Que palabra o movimiento hará girar la llave que duerme en el tablero? El punteo tintineante que estalla en el aire cuando mi corazón late es inequívoco. Penetrante y hasta absoluto en cierto sentido.
Los recuerdos evocan en mi mente un sabor triste e inocuo. Un sueño recurrente se entreteje con alguna que otra deliciosa pero prohibida idea: mi memoria es para mi como una infinita y exquisita bodega, vasta colección de residuos para alguien que carece de paladar etílico.




(Ya ves lo difícil que puede llagar a ser. Tal como van las cosas, acabarán crucificándome.)
Calambres En El Alma...


Nylon, haciendo todo lo humanamente posible
"Las copulas y los espejos son abominables, porque multiplican el numero de los hombres."



Aca estoy, tratando de ser mas inofensiva que de costumbre. Rodeada de manos, de espejos, de esponjas y de titeres.
Se me acaba de caer una pestaña, justo ahora que pienso en eso, que es en lo que no debería estar pensando. Seguramente la pestaña va a volar y se va a perder en el tiempo. Entonces yo la voy a coser a mi pensamiento, por uno de sus extremos, para que se pierda con ella, para que juntos desaparezcan y se esfumen en el aire. Me molesta sentirme subjetiva. Quisiera poder hablarte sin sangrar.


Las cosas que me pasan son.


¿Acaso serà siempre asì?...¿Siempre seràn secuelas de mi presente? Can't Stop...

Picture Light

 Me desperezo.
Grito.
Hurto.
El cielo me desvanece en un sin fin de frases que jamas oiré.
Las bocanadas del aire que no pude respirar se burlan de mi fatidico estado de letargo.
Nadie me busca.
No tengo ni siquiera una goma de borrar para desaparecerme por completo.
No quiero ninguna goma de borrar para desaparecer por completo, tengo mis propias instrucciones.
Mañana voy a ir al cine a ver una pelicula para chicos, seguramente me voy a divertir en demasia.
Tengo malas experiencias; cajas y cajones repletos de malas experiencias: en autos, en cines, en tribunas, en La Paz...
Las personas me miran y respiran aliviadas por ser quienes son, y no ser yo... (Sonido de una estruendoza carcajada de mi parte!)
Al menos puedo darme el lujo de decir con total convencimiento que hay gatitos que pueden vivir en los pulmones de alguien, y que solo se van si hacen tos-tos-tos!
No quiero perder.
Las mañanas son demasiado largas para mi gusto.
Las estrellas estan para mirarlas (yo estoy para no olvidar...te)






Nylon, intentando no volar en circulos.

Repudio (?


El teléfono me sorprendió. No suele hacerlo y yo no quiero dejar que nadie cuente mi historia. No voy a dejar que nadie lo haga. Como no voy a dejar que nadie le cambie los pañales a mi hijo, ni le suene los mocos, ni le cante canciones de cuna, no señor. Tampoco voy a dejar que nadie aprenda lo que yo tengo que aprender, ni a ignorar lo que tenga que ignorar. No voy a dejar que nadie olvide ni recuerde por mí. Ni que escriba lo que yo tengo ganas de escribir, porque eso seria como dejar que otros vivan mi vida, que seres ajenos y extraños a mí sientan lo que me toca sentir, se adueñen de mis emociones, hagan y deshagan con ellas a su antojo. Quiero ser yo quien elija a quien odiar y a quien amar, que actitudes repudiar y cuales defender. Mis ideales serán míos por convicción y por elección propia, tampoco dejare que nadie los elija por mí. Me vestiré e interaccionare con el medio que me rodea de la manera que mas me plazca, tomando las decisiones que crea convenientes para mi mejor desarrollo humano, emocional e intelectual. Atrás han quedado las épocas de sometimiento y de pseudo esclavitud que me trastornaron la mente (vaya pasado el mio). Hoy no voy a dejar que nadie me diga lo que tengo que hacer, ni decir, ni pensar, ni nada que se le parezca. Soy libre, y al decir que soy libre, estoy diciendo que estoy en soledad... Soy una suma de malentendidos. Soy como un vulgar ladrón (pero de ideas magistrales).

Invisible...

No puedo creer en la noche, ella suele mentirme demasiado a menudo. Uno de los nervios que atraviesan mi medula espinal esta totalmente tildado, me cuesta moverme. Adentro hace más frío que afuera, como cuando llueve más adentro que afuera, pero distinto de cuando afuera llueve todo el cielo o de cuando tengo una sucursal del cielo en mí habitación. Escucho canciones de esas que se suenan en la radio, esas que la gente pide con la extraña necesidad de quien intenta ser un poco menos desdichado a cada segundo, con cada bocanada de aire.
Al aliento se desborda en mis pulmones: te juro que te extraño. La sensación de el deber y todo aquello que esto implica me restringen a la soledad... es tan aburrido. Mientras busco que escuchar ahora que se esfumo la ultima melodía de la canción que sonaba en mis parlantes, intento hacer el esfuerzo que conlleva el hecho de encontrar las fotocopias que he de leer, por enésima vez consecutiva a lo largo de las ultimas 36 horas... otra alternativa mas que aburrida para matar al tiempo.
Menuda desgracia me toca soportar... No quiero deber, debo hacer, quiero ser. Quiero estar, pero me pasa pornostar al día con lo que siento.
La analogía del resorte mágico: si lo estiro se desplaza por la tibia línea del equilibrio inexistente, en busca de una posición que le genere un estado tan místico como etéreo, que lo devuelva a su homogéneo punto de ebullición.
Mutare y seré otro nombre, otra voz, otro sexo. Otra mañana, otro sol, otro Dios. Seré la cobija que cobije al frío cuando se sienta solo.
Seré la calle emblemática de tu cuento fantástico menos favorito, las llamas de la hoguera que potenciaron la pasión de alguna herida mortal. Seré el testigo clave de un magnicidio. Seré la escoba que esconda la mugre bajo la alfombra. Seré la clave que destrabe el secreto de tus excepciones, el mismísimo enigma de la vida y la muerte.
Seré el vestido que deja entrever, a trasluz, la piel de la chica más hermosa del mundo.
Seré la caja de Pandora, la torre Eiffel y el cromosoma inexistente, el que sea necesario para ser perfecta, aunque me aburra y decida ser otra cosa...


Metamorfosis.

Trenza cosida

La cara reflejada en la ausencia de la ventana detrás del portón azul sin ojos. Es como dormir sin haber amado la noche anterior a ninguna otra. Tantas penumbras que salvaron mi muerte, absurda como las demás y no tanto, porque sucede que ahora soy mas feliz que entonces.

Aun hoy, hay caminos que no he recorrido. Siempre los habrá, irremediablemente. Las esenas que no representé en lo corto de la minúscula existencia que llevo a cuestas, aguardan el momento oprtuno, escondidas entre bambalinas.

*

Hacia ya lago rato que no la veía, y me visita ahora, justo después de un sacudón sincero y reconfortable (lo suficiente como para que ella tubiese la necesidad de regresar a mi).

*

Resulta ahora que hay un Señor que tiene un disco, y en su disco hay una chica desnuda. Ella tiene un chanco sobre su cuerpo (desnudo), que el (el Señor, claro esta) ha transformado en collage. Yo lo escuché esta mañana, mientras esperaba que los españoles traigan el almuerzo (estoy hablando del disco, aclaro por si las moscas, que en este caso, no estan posadas sobre ninguna boca...). Tengo que escucharlo con mayor detenimiento, leer las letras impresas en el papel que lo protege, explorar sus intrinsecos recobecos de viejo choto y restregarme a lo largo y ancho de todo el cerebro, su fantastica manera de conjugar las palabras en el inonciente colectivo. Siendo ¨descubriir¨mi palabra clave.

Juguemos... Yo elijo al chico delete.

Intervalos

Anoche me volvió a pasar: me quede dormida escribiendo. Un garabato apenas visible adorna mis palabras y se deja recorrer, ansioso de que descubra que me quiere decir con tanta fragilidad.

Estudio que quise decir yo con lo que alcance a escribir y no encuentro motivos (esta sonando una canción de Luís Miguel en la radio...):
"Aun ahora, cómoda, calentita y a salvo (como anoche), no logro entender el porque de la angustia. No comprendo el porque de las lagrimas derramadas. La necesidad de irme volando... -y lo que sigue me lo reservo-". Inevitablemente.






Y acá estoy, otra vez, contemplándome. Sintiendo cuan frías están mis manos, oliéndome el pelo, escuchando música para bailar.
Desde cierta distancia, me llegan las voces de ellas, que se están contando sus cosas. Se ríen, lloran. Ayer a la tarde les prepare tostadas para merendar.
Hace un rato me puse a escuchar Pink Floyd y fui feliz. Siempre soy feliz cuando escucho a Pink Floyd. La vida cambia.
No quiero que nadie me robe el espacio, pero resulta que hoy es domingo y eso es inexorablemente improbable de suceder.
Hace ya bastante tiempo que me siento como Ms. Burns, en el capitulo de los Simpsons, donde el doctor le dice que tiene tantas enfermedades que esta perfectamente bien de salud solo porque las enfermedades se bloquean a si mismas, impidiéndose la entrada el sistema inmunológico. Solo que a mi me toca verlas luchar por colarse en mi cerebro, en mi piel, en mis huesos y agredirlo, agredirla, agredirlos, agredirme... No quiero.
No necesito susurrar.

Huyendo


El mar sangra profundidad, oscuro. A lo lejos, se encienden las llamas de un agujero infinito, ausentes claroscuros lo inundan y lo pierden. Parecido a lo que sentí la otra noche, cuando no tuve noticias tuyas...
Hace frío, me tiemblan las manos y, mientras venía para acá pensaba en que tus actitudes me consumen...
El insistente, penetrante sonido de una alarma delatora suena dentro de la lejanía, en algún lugar escondido de mi. Suena de manera tan contundente que me hará estallar los nervios en la próxima semana. Trazos de nervios que se esparcirán por este aire congelado, que sabe a cuchillo filoso.
Quisiera poder escribir una carta y dormirme con ella, para que nunca se me olvide que sé escribir, dando por tierra con cualquier metodología.
El espacio se satura de sueño.

Discapacitada Emocional...

Los pasos previos. El descubrimiento. Los recovecos de cada personalidad, sus miedos mas íntimos. Lo que ve, lo que siente, dónde se refugia de sí misma.
Cada persona describe su masacre de sentidos de una manera distinta a cualquier otra. Suena tan lógico. Me siento subjetiva (?).
Durmiendo en el lugar en el que la realidad es, en realidad, una creación discursiva.
En este mismo instante, daría lo que fuera por jugar a ser la llave de la puerta del cuento de Cortázar, o el mismísimo Lucas, o un cronopio... No, mejor un cronopio no. Mejor juguemos a que yo era una fama.

Tesituras

Lo que pasa es que cuando me da sueño se me da por escribir de manera inconexa lo primero que se me cruza en la mente porque se me olvida que puedo pensar coherentemente. Es difícil dejarse llevar y mantener la mete en blanco, porque en un momento dado, te olvidas de que existen leyes para la gramática que te imponen el uso de correctores ortográficos, de signos de puntuación... te olvidas de los sinónimos, de la variedad y de la variabilidad lingüística, de los adjetivos y hasta de como escribir. La forma de las letras se va desfigurando con el correr y se vuelve más confuso aun. Desde que empezas a escribir, te das cuenta de que la mano se te va a adormecer en algún momento porque no paras de moverla y de forzarla. Y de pronto, pensas que tu hermana es una reverenda pelotuda, entonces te das cuenta de que te dejaste llevar y permitiste que un agente externo influyera en tu torrente sanguíneo e infecte el flujo de tu concentración. Yanoimportaquehayasllegadoalpuntoenelqueseteolvidoponerlefinalaspalabrasparadarle

comienzoaotras,porquelaslucecitarojaentucerebroteindicaqueeselfinaldeljuego…

Aunque usted no lo crea...



Toda obra de arte es artificial, carece de vida, trascurre fuera del tiempo -es atemporal-. En el arte, el tiempo puede ser eterno, y así mismo, puede representar el fin.

Un relato, un poema, son una realidad que se construye a propósito de la realidad. El arte siempre es artificial, nunca es la vida... "La vida esta en otra parte"

Llanto tal vez.

El frío confort de una almohada llena de lágrimas no es para nada saludable... Las sabanas que enfundan aquel viejo y sentimental sofá cama no dan crédito a lo que oyen, sus oídos son demasiado escépticos para la realidad reinante.

Mientras contemplo una imagen tan sutil como la descripta, una envidia onírica me invade y adormece mis atolondradas pulsaciones. Mis parpados destruyen las barreras del insomnio como si se tratara de los restos de oblea húmeda que no limpie en el desayuno...
Las personas están lluviosas. Su formato no es bailable.


Toquemos fondo y escapemos...



El amor. La necesidad. La distracción. El olvido repentino. El juego de perfumes entre la ropa. Las palabras que más dolieron también trajeron consigo a aquellas que me hicieron sumamente feliz. El sepulcro de las emociones desatadas en el alma como un torbellino aniquilador, adormecedor de sentidos, de sentimientos.
El fuego y el hielo. La sed y la sal. La tierra y el aire. Acercate. Quereme. Intentemos, juguemos con las endiabladas trampas que nos acechan en cada vuelta de página, en la menos pensada.(Te Espero)
Respiremos. Escuchame. Hablame de vos. Preguntame, sabes que estoy ahí. Pedí un deseo, tres, mil... (Te Siento)
Brindo porque sin saber que podría ocurrir, me adentre en las aguas cenagosas de la incertidumbre que se intuye como una decisión tomada... (Me Tenes)
Y otra vez, El silencio vuelve a ser la más elocuente forma de mentir.

Involuntariamente

Escribo sin motus propio, es decir, tengo la certera sensación de haberle permitido el paso a mi cuerpo a un ente espectral con forma de zapato italiano, marrón, hermoso... Me posee aun cuando intento persuadirlo de que no lo haga, que de todas manera voy a escribir lo que me dicte, por mera curiosidad. Cuando cierro los ojos en lo que constituye una acción titánica para mi estado espiritual de este momento, es decir, cuando pestañeo, siento que mis parpados son morados como la cebolla, como un arándano del sur, como la piel estropeada por las golpes desafortunados de la sociedad en la que vivo.
El espejismo de este ser desconocido, inventado quizás pero no por eso menos real, me muestra la cara innombrable de una moneda azul brillante. El tedio que me provoca no poder interaccionar con algo que habita mi propio cuerpo es incomprensible, no quiero sentirlo. Sin embargo, no quiero que me abandone, no quiero tener que volver a convivir conmigo misma, con mis otros espectros, los personales.
Le he robado su espacio y ahora reclama lo que le pertenece, lo que vino a buscar. No comprende que mis manos son torpes y no pueden seguirle el ritmo, su presencia es demasiado arrolladora para mis sentidos.
Me dice que afuera las palabras llueven como granizo fuera de estación, que vuelan hormonas y encimas por doquier, que se creyeron el polen del nuevo siglo e intentan por medios insospechados copular con las flores y las mariposas. Le cuesta afrontar su condición de NoSer, se siente casi miserable (y es aquí donde no puedo contener una carcajada enfermiza, baja y muda). Los bióticos que forman parte de los adjetivos colectivos lo ignoran, lo traspasan con grosera indiferencia, y de pronto caigo en la cuenta de que tenemos muchas cosas en común...
Me dice que siente haber vivido un paraíso de amor en el corazón del infierno, entonces freno en seco su chorro de palabras y le aclaro que no se pase de vivo, que esa majestuosidad no le pertenece...
Se da cuenta que me subestimo y me pide disculpas con la mirada, entonces siento un poderoso estrépito que me desgarra desde el centro mismo de las entrañas y sale expulsado en forma de alas, de canción, de verde rayo de sol.
El miedo se transforma en una impoluta nube de humo naranja y el paisaje de mi corazón se tiñe de gris para siempre.

PD: Si estas ahí, si todavía podes oírme, por favor, deja la luz prendida para dormir.

Piano Bar


El arribo de las moléculas gaseosas de sueño es inminente. Pidieron algún par de decenas de habitaciones en un hotel de treinta y tres lunas nuevas, para alojarse así en completa armonía con su concepción astrológica de las ciencias empíricas.
Para comer, solo ordenaron volutas de humo y diamante negro, y algunas escamas de pavo real australiano, pues eso les fortalece las pestañas, las orejas y los dedos de los pies (al ser cautelosas por naturaleza, se desplazan siempre de puntillas).
Se trasladan de un confín a otro de este infinito costal de universos que nos contiene, con la única tarea de brindar calma y paz onírica a la inconmensurable cantidad de seres inmunes a las técnicas mundanas empleadas para experimentar el misterioso arte del sueño.
(Petición denegada:
El veneno desintegro el poder que tenía para confeccionar un mundo algo más que perfecto: IMAGINARIO -con todo lo que la palabra poder implica-.)

Galería (des)esperanza

Y si, la verdad, no se por qué.
No traigo conmigo en este momento mi cuaderno y me arrepiento de no hacerme caso y de no escucharme cuando me hablo (sobre todo si lo hago con tanta determinación). Suena estúpido, porque yo, al igual que cada uno de todos, me conozco mas que nadie, se que bastará con que me olvide el cuaderno para que inmediatamente brote de la madre tierra una situación que me haga necesitarlo, pero con todo y demás, lo deje en casa.
Vaya manera de tirar por la borda todo lo que me digo y todo lo que me pregunto y me respondo. Horas y horas de vuelta en el colectivo, desde el Instituto o desde Rincón, para ver como después, en un efímero arranque de rebeldía adolescente se incineran todos mis esfuerzos por hacer de las experiencias cotidianas un conocimiento útil.







(Y la foto...)

This is it

Que sensación más extraña. Todo lo que sentí esta tarde me hizo creer que muchos de los pilares que construí a lo largo de mi vida, tomaban la consistencia de un seco castillo de arena. Podría decir que, hasta cierto punto, la frustración se apoderó de mí, intentando confundirme, jugando con mis emociones, trazando mis límites al borde del ridículo.
Juro por el fuego y el hielo que nunca antes me sentí de esa manera. La imagen de su rostro sonriente me acompañó en el periplo de vuelta a casa. En mi imaginación, mi boca se adivinaba embriagada de sus labios dulces, rosados, suaves, desconocidos. Pero su cuerpo me estaba prohibido, era una veda innata que me censuraba a priori. Sin embargo, y apostaría todo lo que tengo a que se debe a esta condición precisamente, la esencia de esta criatura se volvió para mi una obsesión salvaje y amenazadora. Mi desarrollo mental proceso los hechos y los dichos de manera tal que, en nuestra siguiente conversación, no salieron de mi boca más que balbuceos incoherentes y preguntas nimias, que nada hicieron para aplacar la sed de mi insaciable curiosidad. Me comporte de forma estúpida e infantil.
Ahora se me ocurre que puedo proponer un juego, implícito desde ya. Jugar es fácil y tal vez resulte entretenido para ambas partes. Hasta podría resultar una experiencia interesante. Dicen por ahí que los inicios que te empeñas en buscar, saben mejor que los que están predestinados a encontrarte, así si más.

No.Tan.Forra

“…Juguemos en el bosque, a ver si el lobo está ¿Lobo está?...”

De tacos altos y medias negras

Era ella...
Cristalida, de negro, con unos tacones tan altos que me provocó vértigo tan solo verla andar sobre ellos. La vi estaba preciosa. El pelo corto le sienta perfecto. Tiene los ojos negros más abismales que he visto en mi vida. Es tan hermosa que te duele en el alma verla.
La reconocí apenas posé mi mirada en ese peculiar contorno, que de espaldas a mi rostro me dejó adivinar a quien custodiaba. Lo supe en el primer segundo. Sus piernas, enfundadas en opacas medias mortecinas, esos anteojos que rechazan la miopía tanto como el astigmatismo y para escudarse detrás de la demoledora modernidad porteña de la que Celeste hace gala con total impunidad. Se paseaba completamente indecente por ese lugar atestado de personas insulsas, delebles, comunes y corrientes...
Sus facciones se parecen tanto a las de un místico personaje fantástico, que la mundana realidad no le hace justicia para nada. Si la calidez fuera capaz de concentrarse, toda ella, en un espacio específico, de seguro cabría en su sonrisa.
Celeste tiene el andar de un ángel que vivió más de lo que puede contar. Sus manos han de marcar un compás lúgubre y turbado por la gris, espesa neblina que no te deja ver la línea a tiempo.
Es tan simple que no hay nada igual...

Marea...

Como tantas otras veces, la realidad me recuerda que, aunque me empecine en negar mis orígenes indicativos, le pertenezco.
Esta, como tantas otras noches, elijo el tramo mas vertiginoso del periplo que me devuelve a casa ¿Para qué? Para escribir, para mudar la piel (más).
Afuera se percibe un clima gélido y torturador. No traje capas suficientes para recubrir mi corazón… se va a helar.
Quisiera coser uno a uno los baches de las calles de la cuidad de mi vida. Remendarlos, zurcirlos (da lo mismo). Que más quisiera.
De mis pies siento brotar escamas, pero no puedo ver.

miércoles, 2 de junio de 2010

Charito.

Su mirada era despreciable. Nos comía la carne a jirones, con rebeldía, desde sus ojos de un negro intocable. La calles estaba helada por completo, y el césped tenia tanto frío que se había puesto morado. Nosotros teníamos tanto miedo, que no nos atrevimos a mover ni un reflejo, por si las moscas. El aire era tan denso que volaba a un millón de años luz y sus ráfagas de odio nos zamarreaban el pelo. El seguía inmune a cualquier amedrentamiento de nuestra parte, estaba más que seguro de lo que haría.
Solíamos conocernos y el exterior comienza a influir en nosotros. Venganza.
Esperábamos, pacientes. En tanto tu sweater se teñía cada vez mas rápido de la tinta china que se escapaba por tus poros, que no era mas que la ira que nunca supiste expulsar de tus oídos. Te laten las manos cuando te enojas, se te fruncen lo orificios nasales y los ojos se te hunden, lentamente. No como en un viaje, más bien como en un sepulcro (la originalidad nunca fue tu fuerte, por eso, tu pelo sigue siendo tan gris como siempre).
En tanto que pensábamos como desarmar el embrollo en el que nos metimos casi sin saber, el tipo de la mirada de mierda, se cruzo y nos rozo con malicia. Se mofo de nuestro triste aspecto y no supo que hacer cuando me salto la furia de las entrañas y lo encare, cagada hasta las pelotas.
Le arranque los ojos de una. Si lo dejaba pensar, nos comía el alma cruda, sin dejarnos pestañar siquiera. Se prendió fuego como una hoja de agua. Se derritió como un no metal y se expandió por el asfalto, que absorbió sus propiedades de gas noble y lo petrifico, con el alma al aire.
Tu expresión fundida en un sin fin de otras expresiones te hacia brillar de incredulidad. Me agarraste fuerte de la mano y me ayudaste a cruzar la calle.
Aun conservaba los ojos del miserable en mi bolsillo agujereado. Se habían convertido en dos planetas diminutos que giraban a una velocidad abismal, como un electrón excitado. Así estábamos, excitados, con ganas de hacer nada y sentir tanto, que no nos atrevíamos a empezar. Venganza. Nuestra. Le arrebatamos la necesidad y la hicimos nuestra.
Te pedí que no te duermas, que no me dejes sola... y me regalaste el planeta más hermoso.
Ella, siendo nimiedad.
Ella, siendo temores.
Ella, siendo cordura.
Ella, siendo su propio obstáculo.
Ella, siendo ficción.
Ella, siendo paredes.
Ella, siendo un animal herido.
Ella, siendo testigo.
Ella, siendo prisionera.
Ella, siendo cárcel.
Ella, siendo presagio.
Ella, siendo una hamaca voladora.
Ella, siendo sopa de calabaza.
Ella, siendo paciencia.
Ella, siendo miserable (aunque mejor no ser).
Ella, siendo otra.
Ella, siendo ella misma.
Ella, siendo ella para los demás (que no te incluyen).
Ella, siendo dolor.
Ella, siendo analfabeta funcional.
Ella, siendo letras.
Ella, siendo un dúo de pop francés (homosexual).
Ella, siendo miel (de la que no comen las hormigas).
Ella, siendo un farol de la 9 de julio.
Ella, siendo canción.
Ella, siendo (in)fiel.
Ella, siendo puertas abiertas.
Ella, siendo enfermedad.
Ella, siendo heridas (la historia de su vida, pobrecita).
Ella, siendo arroz de ayer.
Ella, siendo pizza con helado de frutilla y limón.
Ella, siendo agua, sol y espuma de mar.
Ella, siendo piel.
Ella, siendo sobras (sombras).
Ella, siendo espinas.
Ella, siendo yo.
Ella, siendo nosotras (ambas, al mismo tiempo).
Ella, siendo tiempo.
Ella, siendo (sintiéndose) subjetiva.
Ella, siendo sombras chinas.
Ella, siendo galleta de la fortuna.
Ella, siendo infinito.
Ella, siendo mantecol.
Ella, siendo acido…hiel.
Ella, siendo sonido transparente.
Ella, siendo infierno.
Ella, siendo cal en sus cortes más profundos.
Ella, siendo siniestra con sus propias emociones.
Ella, siendo verdugo de su destino.
Ella, siendo como el cielo, del que tanto desconfía.
Ella, siendo humana.
Ella, siendo la ironía en carne viva.
Ella, siendo llagas de fuego azul.
Ella, siendo jugo de lúcuma.
Ella, siendo el origen del mundo.
Ella, siendo una voz que recorre el espacio.
Ella, siendo Alicia detrás del espejo.
Ella, siendo linda, infinita...
Ella, siendo el frío en primavera.
Ella, siendo el festival invernal de febrero.
Ella, siendo un cóctel para dormir.
Ella, siendo un castillo.
Ella, siendo un apéndice a punto de estallar.
Ella, siendo una radio en mi cabeza.
Ella, siendo la feria del libro.
Ella, siendo una fecha de vencimiento.
Ella, siendo lo que se puede (y no se puede) tocar.
Ella, siendo el tono más imperativo posible.

Ella, siendo un punto y aparte.
Ella, siendo dolor de panza.
Ella, siendo un manojo de nervios.
Ella, siendo como el agua que cae cuando afuera llueve…

                          Fingir ser un portón eléctrico duele.


Escamas. Promesas. Almohadas. Espinas. Martes. (Trece). Mayo. Oscuridad. Pintura. Gatos. Mensajes. Textos. Internet. Teatro. Colectivos. Mujeres. Putas. Prostitutas. Mierda. Entorno. Príncipe. Rulos. Manos. Pies. Rincones. Escaleras. Pisos. Cinco. Seis. Letras. Adjetivos. Microorganismos. Micro fibras. Fechas. Poemas. Cartas. Memorias. Consuelo. Virginidad. Desesperación. Fingir. Tormentas. Instrumentos. Fotocopias. Fotografías. Horizonte lunar. Tiempo subjuntivo. Modo indicativo. Idioma. Pluralidad. Modelos. Juicios. Cerebro. Tortura. Ídolos. Gafas. Sabanas (que fueron tuyas hasta que me las diste a modo de obsequio). Intromisión. Templos. Penínsulas. Enseñanza. Formar. Incidencia. Medición. Epidemia. Ruptura. Zangano. Fuego. Hostigamiento. Ventana. Silencios. Espejos. Piedras. Presagios. Mentiras. Lenguas. Espectros. Maleficios. Conjeturas. Basta. Punto final. Dormir. Ajedrez (esperar). Alfiles (permanecer). Reina (aguardar). Torre blanca (agazaparse). Caballos (estoicos). (El) rey negro. Masturbación.

tsoL

Era tibieza en partes, y hielo y roca en otras partes. Suspiraba, si, cada vez que el aire se lo permitía. Murmuraba (quiza susurrase incluso en ocasiones), destellos de una escritura olvidada, en una tierra que sufrió la misma desventura. ¿Podría alguien (tal vez alguna criatura a temporal), llamar palabras a aquel torrente de vocablos que brotaba ferviente de sus labios?
No existía sociedad, ni cultura, ni organización posible dentro de aquel territorio inóspito.
Y la muerte, implícita en cada partícula de vida, radicaba en la imposibilidad de evolución.

Viaje de vuelta...



Olvidé el camino a la casa de las cartas. Buenas noches, buenas noches alma mía. Deseo encontrarte y decirte, rogarte mi absolucion. Es musica los que dicta mis actos. Fui todo lo estupida que podía ser, pero no soy perfecta, aunque desearia tambien ser especial. Solo eso. Si algo me diera la pauta de que esta en mi poder solucionar esto... pero no estoy aca. El mundo me obligo a romper todos mi espejos, espero que no te disgustes con la noticia. No tuve alternativa mas que obedecer. Son demasiado fuertes las palabras que oí, como tambien lo fueron los silencios por los cuales no estoy ahi tampoco. Mi intrepida desnudez es avasallante para esta corte de justicia, no correspondo con su tipo ideal.

Todos los dias, sabé que pienso en vos todos los dias. Mis dientes crujen entre sueños, puede que necesite sobre todas las cosas perder la cordura.
Hoy puedo dar fe de que en cuanto a destruccion, tambien el hielo es grande y suficiente. Voy a gritar en las noches, cuando me duela, cuendo no haya acabado aun este incesante repiqueteo de necesitarte. No mas sorpresas ni silencios, por favor.
El fuego me atemoriza, el miedo me queda adentro y he olvidado el camino que me conduce a casa, donde justamente estan las inctrucciones que necesito, porque si pudiera sentir o seguir respirando con una cadencia acompasada, no seria de vital importancia desaparecer por completo, deshacer el nudo por el que estoy atada a vos.
No quiero dejarme ser. Nada cambia las cosas que ya fueron hechas. Nadie puede y yo no tengo el control.
El cielo esta mal. Su concepto de mi es erroneo. Tiene que dejar de susurrar, esta vez soy yo la que debe hacerse oir.
Parece que mi universo fue descubierto. Lo siento, otra vez. Otra vez su voz coreando lo que no tengo el coraje de decir: SENTIR AHORA, OTRA VEZ.
Descendiendo cada escalon, mi cabeza es un columbario (con lo que los aborrezco).
Para volver a soñar necesito traspasar la ventana del dolor. Es lo que tiene que pasar... Entonces es cuando aparece el espiritu de lo que te necesito.
Un subsuelo precede a mi corazon, y la voz regresa. Puedo sentirlo mas odio hacerlo.
Patear las piedras hacia adelante no soluciona este caos, esquivarlas tampoco. Dicen que el agua debe hacerse nuevos caminos, incluso a traves de las montañas.
En este momento estoy compuesta de sangre, de hielo, de odio y de imperiosas necesidades. ¿Que pretendo con eso? Deberia poder hacerlo.

Corrientes de aire.

Indicios.
Insanias.
Insomnios.
Imprudencias.
Inseguridades.
Impulsos.
Instrucciones.
Incoherencias.
Instintos.
Impensable.
Imperfecciones.
Independencia.
Ilusiones.
Ilustraciones.
Incertidumbre.
Intranquilidad.
Inferencias.
Imprecisiones.
Imaginación.
Involucramiento.
Interferencias.
Inmiscuciones.
Idolatría.
Infección.
Intención.
Intencional(es).
Improvisación.
I.
Inventos.
Iridiscencia.
Insistencia.
Incompatibles (no).
Introductorios.
Intelectos.
Instantes.
Impensado.
Infructuosos.
Ilógicos.
Influjo.
Impresiones (de las primeras, de las mas lindas).
Intencionalidades.
Influencias.
Inesperado.
Insistencia.
Intuición.
Incuantificable.
Inercias.
Inermes.
Indistinto (justo eso, tampoco).
Intimidante.
Irracional.
Impulsores.
Intermitentes.
Interferentes.
Innombrables.
Indecisos.
Imbéciles (pero adorables, como todo buen imbécil que se precie). Inescrupulosos (como todo loco exquisito). Infames. Insospechado. Inverosímil. Indescriptible (aunque esto último también suene inverosímil). Indescifrables. Imposibles (figúrese aquí un rostro híper sonriente). Indomables. Inexpertos (más no) inexperimentados. Inexorables. Inoxidable. Insugestión. Intolerante (ella). Infinito. Imperdonables (su simpatía y su resolución). Impuntuales, idílicos, imbatibles...