sábado, 5 de junio de 2010

Galería (des)esperanza

Y si, la verdad, no se por qué.
No traigo conmigo en este momento mi cuaderno y me arrepiento de no hacerme caso y de no escucharme cuando me hablo (sobre todo si lo hago con tanta determinación). Suena estúpido, porque yo, al igual que cada uno de todos, me conozco mas que nadie, se que bastará con que me olvide el cuaderno para que inmediatamente brote de la madre tierra una situación que me haga necesitarlo, pero con todo y demás, lo deje en casa.
Vaya manera de tirar por la borda todo lo que me digo y todo lo que me pregunto y me respondo. Horas y horas de vuelta en el colectivo, desde el Instituto o desde Rincón, para ver como después, en un efímero arranque de rebeldía adolescente se incineran todos mis esfuerzos por hacer de las experiencias cotidianas un conocimiento útil.







(Y la foto...)

No hay comentarios: