sábado, 5 de junio de 2010

Remember.

Etiquetas. Manos. Espejos (que son abominables, porque multiplican el número de hombres...). Comicidad. Convencionalismo. Televisión. Entrada. Ritmo. Pelar. Descascarar. Sorprender. Juzgar...
Palabras sueltas que golpean las paredes de mi cerebro. Las recibo como quien recibe los estallidos lejanos de una ametralladora asesina. Estocadas unánimes que me derriban a la distancia.
Eso, y lo que siento desde hace tres semanas. Siento que tengo las alas pegadas al cuerpo, las siento petrificadas. Como si de a poco se hubieran ido cubriendo con una sustancia similar a la brea de los asfaltos. Me duele. Y me duele porque quiero volar, y quiero volar porque quiero ser feliz.
Los ventanales que me rodean se cubrieron de costras grises que les impiden a los ases de luz penetrar en mi interior. Estoy a oscuras, con los ojos ciegos. Aturdida de tanta incertidumbre, de tanta inestabilidad emocional. Soy receptora de un discurso ininteligible, del cual también soy emisora, pero desde la orilla opuesta de este caudaloso, intempestivo rio, que lo devora todo a su paso.
Así mismo, puedo intuir que con esto que me esta pasando, tengo que construir lo que seré de ahora en mas. Evolucionar. Arrastrar calma en la arena.
Despegar los parpados lentamente pero con decisión. Afuera lloverá lo necesario como para que las costras que me sumen en esta oscuridad palpable desaparezcan por completo. Le voy a dar vacaciones a mis pensamientos, un viaje muy lejos de mí. Así podre resolver el enigma existencial que se me presenta en frente, dispuesto a derribarme, dispuesto a acabar conmigo. Casi sin pensar: NO MAS LEJOS, PERO SI HASTA AQUI.



Frutilla flash.

Las mejillas rojas de frutilla helada, burbujeante, alcohólica. Siento que me brillan los ojos en la oscuridad, la piel es como siempre la soñé.

El estado alterado de mi espíritu parece haber olvidado el viejo cuento ese del "toque de queda". Ahora se dispone a despertar a cada uno de sus instintos, que yacen dormidos en el viejo placard de las fantasías.
Poco a poco, el arte se tiñe de un violeta tornasol, los destellos provocan en los presentes un perverso complot sentado en las bases de la exquisitez humana. Rituales antiquísimos en los que el hombre devora la carne del hombre, extrae su néctar, lo disemina y lo vuelve vida, deseo, fuego y luego agua.
Ecos de risas que esconden algo. Secretos casi inconfesables para quienes no son de la partida. La típica y endeble frase: "No hablo de mi vida privada"... ¡Por Dios! Es tan gracioso. Las imágenes hablan por si mismas. Los rostros parecen disfrazados de sus propias sensaciones. Emociones viscerales que se manifiestan acorde a la ocasión.
Nadie puede hablar. Miradas que protagonizan, esta vez, una masacre de palabras. No juzgaras...
Y como por arte de la subjetividad absoluta, una ventana gigantesca llega volando hasta mi. Me observa, me inspecciona como quien pretende convencerse de todo lo contrario a lo que piensa. Sus cristales, que son alas extensísimas, se reflejan en la inmensidad de una lluvia de meteoritos. De pronto, su aleteo es tan intenso que transforma el aire en tormenta. Y el apacible cielo es ahora un monstruo enardecido que solo tiene sed de venganza.



                              Leyon, sintiéndose atiborrada de excusas.

Impulsar.

Estoy naufragando en el golfo de los recursos marchitos. La rendija que me propino un fuerte golpe en la cabeza se burlo de mis ojeras, y no pude reprimir un grito ahogado.
Hay un desfile de disparates parlanchines en la calle principal del pueblo, que es el ángulo antagónico de Luvina. Donde todos cantan, todos bailan y yo también (pero no antes de naufragar).
Necesite comprar un casete para rebobinar la película de mi vida, para lo cual horneé galletas de avena y miel, que luego cambie por una enorme paleta de caramelo Y deje para otra ocasión aquello del casete, aquello de mi vida...)
Al regresar de desfile, me pareció vislumbrar un poderoso destello blanco. Volví sobre mis pasos, hasta el fin de la calle que acababa de dejar atrás. Me adentre en la vaga oscuridad y di con una lámpara maravillosa, aunque inservible en su totalidad.
La luz provoco en mí un profundo estado de somnolencia, de manera tal que sentí de pronto un irrefrenable deseo de tenderme sobre cualquier superficie y dormir, aunque más no fuera por algunos absurdos momentos.
Mis parpados fueron dos telones nulos e inmensamente pesados. Los deje caer casi como una premisa divina. El calor que me abrazaba desde el aire se hizo cada vez más insoportable, y como por arte de magia, una oleada de frío se apodero de mí. Ahora ya no tengo calor, dicha brisa actuó como un elixir reparador dentro de mi cotidianeidad de ciclotímica imperfecta.

Leyon, harta de insistir.

Mudos.

Espacio. Terquedad. Terquedad. Espacio. Incongruencia. Idiotez. Terquedad. Espacio...

Ella vive como en código Morse. Respira al compás de los pasos de aquel hombre que no la ama. Pero en vez de intentar olvidar...
Ceguera. Tristeza. Espacio. Espacio. Dolor. Terquedad. Incongruencia. Amor. Espacio. Espacio. (Nada)
Ha llegado, desde algún eco remoto, una voz que le susurró al oído algo que a cada minuto cree con más convicción: El amor que profesamos puede convertirse en odio. La intensidad con la que profesamos ese amor, cabe en las entrañas de su alter ego, que asegura poder odiar con las mismas fuerzas, dentro de las mismas e inconmensurables dimensiones del amor.
Esto mismo la ha dejado un tanto compungida. Ahora teme de lo que siente. Y otra vez la duda, la incertidumbre...
Miedo. Inseguridad. Espacio. Vacío. Soledad. Espacio. Silencio. Bullicio. Silencio. Un grito desgarrador. Espacio. Espacio. Ella. (Nada)
No queda más que tiempo. Espacio. Fin.

Inside.

Treinta y tres horizontes dibujados en el fondo de mi cama. Desdoblo las sabanas, que parecen espejos, y me redescubro en cada situación de mi vida. No podría imaginar cual es el final, cual es la última vuelta de la pista. Las fichas se reagrupan con cada latido, con cada bocanada de aire nuevo, el río que corre en mí no aparenta cansancio (aunque las apariencias engañen).

Soy yo. Estoy acá. Todos los días, todo el tiempo, a cada segundo. Vivir.
Realidad, ficción, calma, tormentas. Disfrutar el sonido, los silencios, el tocarte. Las noches de verano, las tardes de abril, los soles en agosto. El agua en forma de lluvia, en forma de lágrimas, en forma de agua, en forma de superstición.
Van a venir y me van a ver. No estoy escondiéndome, estoy preservándome. Correr y correr y correr. Y rasguear la piel, atravesar las barreras que me impone la naturaleza, poco sabia en las cuestiones del corazón.
Todos bien sabemos que nunca seré del todo transparente. Usándome, como si fuese eso lo único que necesito. Vamos a dejar las cosas en claro, ya no puede haber escondrijos entre nosotros. Ustedes saben quien soy, yo se quienes son todos y cada uno de ustedes.
Ahora si, cambiemos de tema. Tengo un tesoro pendiente para el día de hoy. El cerebro abierto de par en par, para que se airee y recomponga sus tejidos. Entre mis órdenes del día se encuentran: tender la cama, lavarme la cara y respirar.

Fifteen Forever

La persona que amas puede desaparecer. Todos podemos desaparecer, pero yo elijo no estar atarme a nada. Prefiero sentir esa perfecta sincronía, ese ensamble perfecto, esa simbiosis de piel y emociones que me arrastra hasta ese rincón en el cual me siento cómoda conmigo. Pienso y pienso y pienso, una y mil veces, en que es lo que me motiva a sentir. Soy quien debo ser. La noche me acuna en sueños, y solemos ponernos subjetivos.
Las cartas de amor, ¿se contestan o se devuelven?
Me estoy quemando. Las expresiones siguen acerrojadas. No hay ventanas por donde escapar. Agua, fuego, mugre, rostros que me arrastran hasta casi borrar mis recuerdos. El encantador sonido de una voz que me quiebra la entereza emocional, estoy herida.

Ya no puedo evitar esta caída poco sutil. Soy propensa a huir y esconderme, atemorizada de lo que yo misma pudo producir en mi. Mi corazón lunático no quiere dejarse atrapar, está ya muy débil como para arriesgar un pedacito más de vida.
Mi intimidad está activada. Las claves de su seguridad se extraviaron en un mal sueño, es como un invierno a pura sal.
De buenas a primaras digo basta.
Me rio de mi y vuelvo a ser la de ahora, la que trata de no ser tan evidente. Vuelvo a mi, aunque ya no quiera. Vuelvo a ser la que no quiero ser. Porque en realidad quisiera volver a ser parte de mi vida.
"Yo seré el ama del aire. Nunca nunca lo diré. Ningún secreto, ninguno de mis secretos. No puedo con esta soledad. Soy inmune al rencor, pero mis errores surcan el perfecto espacio de las canciones que disfruto escuchar. Tardaré muchos años en encontrarme con el alma que estoy dejando en la intemperie de mis domesticaciones."
Nylon, intentando ser la mujer a la que todos respetan.

(ME ATURDEN LAS LUCES DE NEÓN)

No Voy A Negar El Pasado.