jueves, 10 de diciembre de 2009

Weird Fishes




17/02/09

Febrero 15

Parte I.
Esta vez, el desprecio no es distante de mí. Me deformare. Mi vos podrá o no acusar el impacto de las palabras, mientras tanto y sin sentido, el interés se perderá entre lo que aflora en mi imaginación y lo onírico (que no me pertenece ni por un instante si no puedo tocarme, y sentir que la piel arde en las áridas superficies de mi congelamiento sináptico).
Mis manos comenzaran por sentirse lejos, y las personas optaran por el triste papel de público no espectador, riéndose y sorbiendo el aire saturado de una gloria que no me representa en lo absoluto.

Parte II.
El dolor que acusan mis piernas se refleja en la ignorancia de los hombres.
En un arranque de muerte cerebral me encontraba perdida, cuando el mundo me golpeo la puerta con un ímpetu remixado, dándome así a entender que ya estaba bien con eso de "languidecer". La tenebrosa realidad de antaño reclamaba por mí, y no tuve mas remedio que hacer de tripas corazón y enfrentármele.
Debajo de mi cama, yacía inerme parte de mi esqueleto, un tanto ajetreado por el desuso, y el constante y desconsiderado ir y venir por los recodos del tiempo.
Quizá resultara más importante que supieran cuanto echaba de menos la soledad, la compañía de mi misma. Cuanto necesitaba la presencia de alguien que me paralice, que acabe con mis argumentos y de por tierra con mis aciertos mas verosímiles.

Leyon, deseando ver de cerca el rostro (el verdadero)

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