jueves, 5 de julio de 2007

.... * mirandose * ....


En blanco, como una tela de araña en una lámpara vieja. Reflotando como las palabras que se escurren en el colador de los ñoquis que cenamos hoy al mediodía. Mis lágrimas siguen aferrándose a tus sábanas con el último aliento de quien intenta ser feliz por primera vez. La nena tiene las manos sucias. El verano esconde canículas inconclusas, y bebemos de ambas fuentes: la de Leteo y la de Mnemosine. Porque la sed es tan necesaria de saciar, que poco nos interesa la procedencia del salvador.
El trazo se mezclará y se confundirá con otro. Se aclarará, oscurecerá y arruinara la magia del momento […No me gustó como nos despedimos, daban tus labios rocío y no bebí…].
Burlando las reglas del juego, juego a ser la hija de nadie. Inventándole un final a los cuentos mas contados y relatando intrigas que fueron ninguna leyenda.
A todo el mundo, una canción que te dediqué.

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